lunes, 8 de agosto de 2022

4 de agosto, de Holanda a Suiza

 Primero, disculpad por tardar tanto en publicar, pero en Suiza el roaming sale por un pico, y en los sitios en los que estuvimos no había Wi-Fi.

Nos espera un día duro, hace calor, salimos poco antes de las 10, había que terminar de recoger. Batería cargada, modo híbrido, y a quemar carretera, el 95% del viaje es en autopista, veremos qué tal se nos da el día. 

A pesar de no tener límite en este primer tramo, pongo el regulador a 135 kms/h, no es plan de ir a lo loco desde el principio, poco dura la alegría, el GPS nos avisa de un atasco de unos 18 minutos, y nos da una ruta alternativa en la que salimos casi si final del mismo. Sobre las 12 hacemos la primera parada, área de servicio en la autobahn. Dos postes del carga para eléctricos, todos ocupados. 




No es mal consumo para el primer tramo. 

Seguimos el viaje, con continuos cambios de velocidad por obras, atascos menores, tráfico intenso de camiones, etc. 

Sobre las 14:30 paramos, tanto para repostar como para comer. 

Esperemos que el resto del viaje sea mejor, más fluido. A pesar de los constantes cambios de velocidad, nuestro Peugeot 308SW mantiene unos consumos más que dignos.



Por la tarde la cosa no cambia, las continuas obras hacen reducir la velocidad a 80, 100, 60... Lo malo es que, al volver a ver la señalización de fin de las restricciones anteriores, no sé si tengo que ir a 120, a 130 (vimos alguna señal también) o si no hay límite. Personalmente, he desarrollado un método científico para saber si estamos en una carretera sin límite de velocidad. Está basado en un teoría muy sencilla, en el momento que me pasen 3 coches de las 3 marcas premium alemanas quitándome las pegatinas del coche, ahí, seguro, fijo, 100% que puedo pisarle sin miedo. 

Lo malo, que para cuando pasa, tengo que volver a reducir porque, o bien viene un cuarto coche premium alemán conduciendo como si lo hubiera robado y me tengo que echar a la derecha, o hay un atasco, o una obra o qué se yo.

Si algo he aprendido en este viaje con el coche es a valorar el regulador de velocidad adaptativo , es una maravilla poder poner la distancia con el coche de adelante, una velocidad máxima y que el coche frene y acelere por si solo, manteniendo siempre la distancia, además, con el drive assist, si tengo algún despiste él sigue en el carril sin inmutarse.

Para estos viajes largos es un descanso, y con atascos, una maravilla

Poco antes de llegar a la frontera con Suiza, paramos a comprar la viñeta para poder circular por la autopista, 42€, vale hasta fin de año, mucho tendrían que cambiar las cosas para poder volver a utilizarla. Aprovechamos para echar combustible, ni mucho menos está vacío, pero en Alemania está de 30 a 40 céntimos el litro más barato.

Nos paran en la aduana, me hace hace hasta ilusión, hacía tanto que no pasaba por una que lo había olvidado ya. Después de un pequeño rifi-rafe con el policía porque mi mujer estaba haciendo fotos en la frontera para el reportaje familiar, seguimos sin problemas.

Por la autopistas suizas, tranquilidad, tramos de 100 y 120, sin mucho tráfico y buenas carreteras, con uansa vistas espectaculares, lo malo es que yo no puedo más, estoy reventado, pero hay que hacer un último esfuerzo. 

Llegamos por fin a Egg, un pueblo pequeñito si lado de Zúrich. 

El resultado de nuestro Peugeot 308SW, en mi opinión, excelente, 757 kms. la mayoría de ellas por vías rápidas, continuos cambios de velocidad, temperaturas de 40 grados, 4 personas y el maletero hasta arriba con un consumo que no llega a los 6 litros a los 100.


El coche es ya uno más de la familia en el viaje, pasamos muchas horas, es una gozada llevarlo, la seguridad que transmite en carretera es excepcional.

Toca descansar, un lugar de días por la alrededores de Zúrich y luego a los Alpes franceses, pero eso ya para otro día, que estamos de vacaciones.


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